Un nuevo episodio volcánico sacudió el suroeste de Islandia el jueves, menos de dos meses después de una erupción anterior que obligó a evacuar la localidad costera de Grindavik.
La erupción se desencadenó alrededor de las 06:00 horas, con la expulsión de lava a lo largo de una fisura de tres kilómetros al noreste del monte Sundhnukur, según informó la Oficina Meteorológica de Islandia.
Las autoridades de vigilancia de la Guardia Costera confirmaron que esta erupción ocurrió en la misma área que la registrada el 18 de diciembre. Afortunadamente, el Servicio Meteorológico aseguró que la dirección del flujo de lava hacia el oeste no representaba una amenaza para Grindavik, la cual ya había sido evacuada anteriormente, ni para una importante central eléctrica cercana.
El cierre preventivo de la Laguna Azul, un popular balneario termal cercano, fue necesario al inicio de la erupción. Los visitantes fueron evacuados a hoteles cercanos, informó la cadena estatal, RUV.
Esta es la tercera erupción en el sistema volcánico de la península de Reykjanes desde diciembre, donde se ubica el principal aeropuerto del país, Keflavik, el cual no se vio afectado por la actividad volcánica reciente.
Islandia, situada en una región de gran actividad volcánica en el Atlántico Norte, experimenta erupciones cada cuatro o cinco años en promedio. La erupción más significativa en años recientes fue la del volcán Eyjafjallajokull en 2010, que generó enormes nubes de ceniza y provocó el cierre del espacio aéreo europeo.
Grindavik, una localidad de 3.800 habitantes ubicada a unos 50 kilómetros al suroeste de la capital, Reikiavik, fue evacuada en noviembre debido a la actividad del sistema volcánico Svartsengi, que despertó tras casi ocho siglos de inactividad. El volcán entró en erupción el 18 de diciembre, seguido por otra erupción el 14 de enero que afectó parcialmente a la localidad, a pesar de los esfuerzos para protegerla con muros defensivos reforzados.