La exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, ha decidido retirarse de la carrera por la nominación republicana, dejando al expresidente Donald Trump como el único aspirante a la Presidencia.
En un discurso televisado desde Charleston, Carolina del Sur, después del Supermartes electoral, donde Trump aseguró una victoria arrolladora, Haley instó al exmandatario a ganarse el apoyo de los moderados del partido, aunque no respaldó directamente su candidatura.
«Ahora es responsabilidad de Donald Trump ganarse los votos de aquellos en nuestro partido y fuera de él que no le respaldan, y espero que lo haga», dijo Haley.
Aunque reconoció que Trump probablemente será el candidato del Partido Republicano, no cumplió con la tradición de expresar un respaldo explícito al ganador. En cambio, enfatizó la importancia de ampliar la base del partido conservador.
Con la salida de Haley de la contienda, Trump se convierte en el virtual nominado republicano a la presidencia, a la espera de la convención del partido en julio.
La exembajadora ante la ONU, la única mujer en las primarias republicanas y la única aspirante que quedaba después de la avasalladora victoria de Trump, expresó su agradecimiento por el apoyo recibido en todo el país y afirmó que seguirá utilizando su voz para defender sus creencias.
Trump probablemente asegurará formalmente su nominación la próxima semana, mientras que Biden también está en camino hacia la nominación demócrata, dado que no enfrenta competencia en su partido.
Haley, de 52 años, obtuvo solo dos victorias en las primarias republicanas hasta el momento, y su retirada marca el fin de su campaña, a pesar de haber prometido continuar hasta el Supermartes.
Esta decisión deja a Trump como el principal contendiente republicano en las elecciones del 5 de noviembre próximo, enfrentándose una vez más al actual presidente, el demócrata Joe Biden, en una contienda que se espera sea muy disputada. Trump necesita 1,215 delegados para asegurar la nominación presidencial del Partido Republicano.