Una amplia mayoría de personas, al menos ocho de cada diez, considera que es necesario sacrificar aspectos de su vida personal para alcanzar el éxito en su carrera y trayectoria profesional. Entre los aspectos que estarían dispuestos a sacrificar están las relaciones amorosas.
Según revela una encuesta realizada por la plataforma Zety, el 75% de los trabajadores estaría dispuesto a sacrificar su relación amorosa en pos de una carrera laboral exitosa. Esta encuesta, liderada por Pablo Gugel, buscaba entender la percepción de los trabajadores en diversos aspectos laborales como motivaciones, satisfacción y equilibrio entre vida personal y trabajo.
El estudio categorizó a los trabajadores en dos grupos: los «jugadores A» y los «jugadores B». Los primeros son aquellos empleados con alto potencial que priorizan su vida laboral en busca de ascensos, mientras que los segundos son colaboradores de buen desempeño que ponen en primer lugar su vida personal sobre el trabajo.
Los «jugadores A» suelen sentirse menos orgullosos de sus contribuciones laborales, menos satisfechos con sus oportunidades de crecimiento y a menudo perciben que no reciben el reconocimiento adecuado por parte de sus superiores.
Aunque existe esta diferencia entre ambos grupos, la percepción sobre los sacrificios personales para alcanzar el éxito no varía significativamente, siendo las relaciones sentimentales uno de los aspectos.
El 83% de los encuestados está de acuerdo en que es necesario sacrificar aspectos de la vida personal para tener una carrera exitosa, mientras que solo el 5% está en desacuerdo y el resto no tiene una opinión al respecto.
Además de las relaciones amorosas, las personas consideran necesario sacrificar el tiempo libre, las aficiones, los valores personales y la salud mental para lograr una buena trayectoria laboral.
Este enfoque hacia el trabajo se relaciona con las motivaciones de las personas para acudir al trabajo, donde el disfrute de la actividad laboral se posiciona como la principal motivación, seguida de razones financieras y ambiciones personales. Paradójicamente, si tuvieran que elegir entre la familia y sus carreras, el 67% afirma que optaría por su familia.
El orgullo por sacrificar la vida personal puede indicar la presencia de una cultura de agotamiento en el entorno laboral, según señala el Instituto Adecco. Esta cultura, donde se valora el «trabajo duro» como clave del éxito y se reconoce a las personas por las horas que dedican a su trabajo, puede llevar al agotamiento laboral y, como consecuencia, a una disminución de la productividad.
Estos ambientes laborales también pueden tener un impacto negativo en la salud mental de los trabajadores, lo que a su vez puede representar un costo para las empresas, estimado en hasta el 15% de la nómina según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Algunas señales de que la cultura organizacional está caracterizada por el agotamiento laboral incluyen el elogio a los empleados por trabajar largas horas, el envío de correos electrónicos o mensajes fuera del horario laboral y la percepción negativa del descanso.
El Instituto Adecco advierte sobre las graves implicaciones de esta cultura del agotamiento para la salud mental y física, así como para la productividad a largo plazo.