El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió su decisión de revelar el teléfono celular personal de una reportera del New York Times, argumentando que tiene «autoridad moral» y que la libertad está por encima de las leyes de transparencia y protección de datos personales.
López Obrador acusó a los medios de comunicación de favorecer a grupos de interés y estar cercanos al poder económico y político. Insistió en que la vida pública en México es cada vez más pública y que no ve error en la publicación del teléfono de la periodista. Además, criticó el tono del cuestionario enviado por la reportera, considerándolo arrogante y prepotente.
A pesar de los cuestionamientos sobre la seguridad de la periodista, el presidente sugirió que «cambie su teléfono». López Obrador también lamentó los asesinatos de periodistas en México pero afirmó que las investigaciones avanzan, y desestimó las preocupaciones sobre la libertad de prensa en su gobierno, asegurando que no hay represión ni censura.
Sin embargo, recomendó a los representantes de los medios de comunicación extranjeros que sean menos prepotentes al informar sobre su gobierno.