Durante el pasado fin de semana, del viernes 16 al domingo 18 de febrero, el país se vio sacudido por una ola de violencia que dejó un saldo desgarrador: 209 personas asesinadas. Estas cifras, proporcionadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), revelan una escalada preocupante de homicidios dolosos en diversas regiones.
El Estado de México se destacó tristemente como el epicentro de esta violencia, con un total de 26 homicidios registrados en ese corto lapso de tiempo. Baja California ocupó el segundo lugar en esta lista macabra, con 20 víctimas, seguido de cerca por Michoacán y Jalisco, ambos con 17 casos reportados.
La situación se torna aún más sombría al observar que Tamaulipas, en medio de un enfrentamiento entre un grupo del crimen organizado y militares, sufrió 14 muertes violentas en una sola noche, colocándose como el cuarto estado más letal del fin de semana.
La lista de estados afectados continúa, con Morelos reportando 13 asesinatos, Guanajuato con 12 y la Ciudad de México con 11. Guerrero, Oaxaca y Sonora tuvieron 10, 9 y 9 casos respectivamente. Puebla, Chiapas y San Luis Potosí registraron 7, 6 y 6 homicidios dolosos, mientras que Nuevo León, Tabasco y Zacatecas reportaron 5 muertes cada uno.
Estas alarmantes cifras pintan un panorama desolador de la violencia que azota a México. Según los datos del SESNSP, en los primeros 18 días de febrero se han contabilizado un total de mil 325 personas asesinadas, con un promedio diario de 73.6 casos en lo que va del mes.
Ante esta situación, la sociedad y las autoridades enfrentan el desafío urgente de buscar soluciones efectivas para frenar esta espiral de violencia que afecta profundamente a la nación.